5. Factores patobiológicos en matrices/”arrays” de
tejidos respecto a la supervivencia en el cáncer de vejiga.
Martina Álvarez(1),
Lidia Pérez-Villa(1) e Isabel Hierro(2).
((1)Unidad de Apoyo a la
Investigación Oncopatológica UMA-AECC. Dpto. de Anatomía Patológica.
Facultad de Medicina. Málaga; (2)Médico Adjunto. Servicio de
Anatomía Patológica. Hospital Universitario “Virgen de la Victoria”.
Málaga.)
El
cáncer vesical es uno de los tumores más frecuentes en el varón en
el mundo occidental (por detrás del de pulmón, próstata y colon). En
España supone un importante problema de salud pública especialmente
en varones, con una relación por sexos 4:1, siendo el tipo
histológico más frecuente el de células transicionales, seguido del
de células escamosas y del adenocarcinoma.
Histológicamente, más del 90% de los tumores de
vejiga son carcinomas uroteliales. El carcinoma urotelial de vejiga
es una enfermedad enormemente heterogénea, cuyo espectro de
presentación oscila desde tumores superficiales papilares bien
diferenciados no invasivos a tumores pobremente diferenciados,
sólidos e invasivos. Esta heterogeneidad se manifiesta también en la
evolución clínica. Se distinguen dos formas de presentación, los
tumores superficiales y los tumores infiltrantes, cuya historia
natural y, en consecuencia, el tratamiento a aplicar, están
claramente diferenciados. Los tumores confinados a la mucosa (Ta) o
con invasión de submucosa o lámina propia (T1), constituyen el 75%
de los cánceres de vejiga. Tras el tratamiento con resección
transuretral (RTU), asociada o no a instilación de BCG o
quimioterapia endovesical, cerca del 75% de los pacientes
experimentarán posteriores recidivas superficiales, habitualmente de
características parecidas a las del tumor inicial, en un periodo de
tiempo que puede comprender muchos años. Sin embargo, alrededor de
una cuarta parte de los pacientes, la enfermedad progresará,
desarrollando en recidivas posteriores un carcinoma infiltrante.
Globalmente, la supervivencia estimada a 5 años del
cáncer de vejiga se encuentra en torno al 65%. La gran
heterogeneidad en cuanto a historia natural que posee el carcinoma
de vejiga, dificulta la predicción de la evolución clínica posterior
en un caso determinado. Así, en los tumores superficiales sería de
gran interés poder identificar qué casos presentarán únicamente
recidivas locales superficiales tras el tratamiento, y cuales son
esa pequeña fracción de casos que poseen capacidad de progresar a
tumor infiltrante y desarrollar metástasis. Si fuera posible
identificar a estos últimos pacientes al inicio, es probable que
pudieran beneficiarse de tratamientos más agresivos aplicados de
forma temprana.
Entre las diferentes moléculas cuyo valor pronóstico
ha sido estudiado en cáncer de vejiga, poseen un interés especial
las proteínas implicadas en el control del ciclo celular (p53, pRb,
p27), marcadores de proliferación (ki-67) y moléculas de adhesión
celular, debido a su posible papel predominante en la carcinogénesis
de este tumor. La inmunohistoquímica es el método más ampliamente
utilizado en la evaluación de estos marcadores pronósticos.
Además, en los últimos años, se están desarrollando
nuevas metodologías que permiten evaluar de forma simultánea y más
completa varios genes en un determinado tumor, como las matrices de
tejidos (MT/”arrays”). Las micromatrices de tejido (MT) (microarrays)
permiten la evaluación simultánea de patrones de expresión de
determinados marcadores.
El propósito de este trabajo es evaluar el índice de
proliferación celular mediante la determinación inmunohistoquímica
de ki-67 MIB1 en matrices titulares (MT) y su posible relación con
la evolución de los pacientes con neoplasias uroteliales de vejiga
en estadios pTa/pT1.
Desde el año 1993 hasta el año 2002, aparecen
recogidos en el RHT del Hospital Clínico Universitario de Málaga un
total de 1007 casos de neoplasias uroteliales con seguimiento hasta
el 31 de diciembre de 2006. La edad media de los pacientes, en el
momento del diagnóstico, ha sido de 66 años. El 87, 7% de los casos
eran hombres y el 12,3% mujeres. El 8,6% de los casos estaban en
estadio pTa, el 63,4% de los casos en estadios pT1 y el 28% en
estadios pT2-3. La supervivencia global de la serie es del 67,7% a
los 60 meses y del 39,3% a los 150 meses. Observamos diferencias
estadísticamente significativas en la supervivencia de los
pacientes en estadios pTa/pT1 y los avanzados donde no supera el
16,4% al final del seguimiento.
De estas neoplasias 669 eran tumores no infiltrantes
(reestadificadas según la Clasificación de la OMS-ISUP 2004) de los
cuales 80 (12%) estaban en estadio pTa (no invasivos) y 589 (88%)
en estadio pT1 (invaden la lámina propia/submucosa).
Con estos casos se han realizado dos grupos de
matrices tisulares: casos en estadio pTa y casos en estadio pT1. A
su vez, ambos se han reagrupado al realizar las MTs en tumores de
bajo y alto grado. El índice de proliferación ha sido estudiado con
técnicas inmunohistoquímicas empleando el anticuerpo ki-67 MIB-1.
basándonos
en el valor medio de positividad, clasificamos los casos en dos
grupos: ≤15% (bajo índice de proliferación), >15% (proliferación
elevada).
Al realizar el estudio de supervivencia según
Kaplan-Meier en relación con el índice de proliferación observamos
que más del 60% de los casos ha mostrado un índice de proliferación
con Ki-67 superior al 15%. En estos pacientes que muestran un alto
índice de proliferación la supervivencia es menor que los casos de
índice de proliferación bajo.
Nuestro estudio pone de manifiesto:
-
Que la inmunoexpresión de ki-67, valorada
mediante matrices tisulares, se correlaciona con la
supervivencia global en tumores de vejiga estadios Ta/T1.
-
El método de elección para cuantificar de manera
sencilla y objetiva, en cortes tisulares, la capacidad
proliferativa de los tumores de vejiga es la tinción
inmunohistoquímica con Ki-67.
-
La supervivencia global depende de la capacidad
proliferativa del tumor, por lo que el índice de proliferación
de ki-67 debería añadirse a los factores pronósticos
convencionales, para planificar el tratamiento y posterior
seguimiento de los pacientes.
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