Zaragoza, 18 a 21 de mayo de 2011INFORMACIÓN SOBRE COMUNICACIONES ORALES Y PÓSTERES ACEPTADOS
Comunicación oral nº 62. Tema: Muerte súbita juvenil y del adulto (excluyendo neurológica)
Muerte súbita por Staphilococcus Aureus. A propósito de un caso de interés forense con implicaciones epidemiológicas
R Bañón González, MC Torres Sánchez, JP Hernández del Rincón, P Álvarez Jiménez, F Sánchez Rodríguez
Instituto de Medicina Legal de Murcia
rafaelba@um.esIntroducción:La muerte súbita en personas jóvenes, por su importancia, ha dado lugar a la realización de numerosos estudios cardiacos y/o genéticos para tratar de diagnosticar precozmente el riesgo familiar a sufrir un episodio de este tipo. Aunque la causa de estos fallecimientos suele tener un origen cardíaco, en ocasiones se olvida el posible origen infeccioso de algunos casos de muerte repentina, donde un estudio microbiológico, unido a los estudios químico-toxicológicos e histopatológicos, puede esclarecer la causa de un fallecimiento, hasta entonces de origen desconocido.
Material y métodos:Se presenta el caso de muerte súbita en una mujer puérpera de 23 años sin antecedentes de enfermedad previa salvo fiebre de varios días. La autopsia se realizó siguiendo los criterios de recogida de muestras de rutina y para estudios microbiológicos.
Resultados:Los hallazgos macroscópicos y microscópicos de la autopsia fueron inespecíficos. Los estudios analíticos, una vez descartada una posible contaminación durante la autopsia, revelaron la existencia de una cepa de staphilococcus aureus muy agresiva. Se tomaron muestras del marido e hijo para comprobar su estado y si se trataba de portadores del mismo microorganismo, que resultaron negativos.
Conclusión:La muerte súbita de origen infeccioso es uno de los diagnósticos que con frecuencia pasa desapercibido por la escasez de datos macro y micróscópicos que la acompaña: de ahí la importancia de un adecuado abordaje en la práctica de exámenes complementarios. En estos casos la toma de muestras precisa de unas condiciones especiales y ha de hacerse con carácter previo al resto de manipulaciones inherentes al estudio cadavérico. En este caso, además de determinar el origen infeccioso de la muerte, la autopsia tiene la finalidad de evaluar las connotaciones higiénico-sanitarias-sociales, así como la necesidad de profilaxis de las personas relacionadas con la fallecida antes de la muerte. En los casos de muerte súbita hay que tener en cuenta la posibilidad de un origen infeccioso y, en consecuencia, realizar estudios microbiológicos para tratar de minimizar en lo posible las denominadas “autopsias blancas”, en las que un estudio histopatológico, toxicológico e incluso genético es insuficiente para alcanzar un diagnóstico válido.
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