Zaragoza, 18 a 21 de mayo de 2011INFORMACIÓN SOBRE COMUNICACIONES ORALES Y PÓSTERES ACEPTADOS
Póster nº 4. Tema: Hematopatología
Diagnóstico de linfomas mediante biopsia con aguja gruesa
JC Tardío Dovao, LM Martín Fragueiro
Hospital Universitario de Fuenlabrada
jtardio.hflr@salud.madrid.orgIntroducción:Los linfomas se han diagnosticado tradicionalmente mediante la biopsia escisional de una adenopatía. La biopsia con aguja gruesa (BAG) es un método rápido y mínimamente invasivo, que proporciona una aproximación al patrón arquitectural de la neoplasia, por lo que recientemente se ha introducido como método inicial de diagnóstico en pacientes con sospecha de linfoma.
Material y métodos:Se han estudiado 60 BAG con sospecha clínica de linfoma, de 52 pacientes (M/F: 28/24: edad: 23-84 años). De cada caso se recibieron entre 1 y 4 cilindros (calibre 14G a 18G), procedentes de retroperitoneo (15), ingle (9), mesenterio (6), otras localizaciones intraabdominales (9), región paravertebral (4), mediastino (3), pelvis (3), axila (3), región supraclavicular (3) y otras localizaciones extraabdominales (5). Se realizó inmunohistoquímica en todos los linfomas, citometría de flujo en 4 y estudio molecular en 4.
Resultados:Ocho casos se diagnosticaron de patología no linfoide (5 carcinomas, 1 timoma, 1 GIST y 1 fibrosis retroperitoneal). Las 52 BAG restantes pertenecían a 44 pacientes con patología linfoide, de las que 36 fueron linfomas, 5 linfadenitis reactivas, 2 micobacteriosis, 1 esplenosis, 1 fibrosis y 1 necrosis postquimioterapia, 1 necrosis coagulativa y 7 no representativas por error de muestreo. En 32/36 casos (16 linfomas B difusos de células grandes, 5 foliculares, 3 Hodgkin clásico, 2 inclasificables con características intermedias LBDCG/Burkitt, 2 tricoleucemias, 1 anaplásico de células grandes, 1 linfoma de células grandes mediastínico primario, 1 marginal y 1 leucemia linfocítica crónica) el diagnóstico de la BAG se consideró suficiente para implantar la terapia. El diagnóstico fue primario en 25 de ellos, correspondiendo los otros 7 a recidivas. Tres pacientes tuvieron un procedimiento quirúrgico posterior por recidiva o complicación, que confirmó el diagnóstico de la BAG. Los 4 casos restantes se diagnosticaron de linfoma B agresivo (2), linfoma B de bajo grado (1) y sospecha de Hodgkin (1) y requirieron procedimientos diagnósticos adicionales.
Conclusión:Si bien la escisión del ganglio linfático sigue siendo el procedimiento estándar para el diagnóstico de los linfomas, la BAG con estudio inmunohistoquímico y, en casos seleccionados, molecular aparece como un método fiable, que reduce la morbilidad y ahorra costes, por lo que puede utilizarse como procedimiento diagnóstico inicial, sobre todo en pacientes con comorbilidades o en localizaciones en los que la cirugía conlleva un riesgo notable de complicaciones.
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© SEAP. Sociedad Española de Anatomía Patológica | Actualizado: 11/06/2011 |